Para quien conoce la
historia terrorífica de la CIA,
preñada de planes de Acciones Encubiertas para asesinar a personalidades,
espiar a partidos políticos y sus dirigentes, ejecutar golpes de Estado,
desarrollar experimentos para manipular la mente de seres humanos y trabajar
con agentes biológicos con el fin de trasmitir virus contra personas, animales
y plantas, no es descabellado versionar que también pueden estar detrás del
peligroso Coronavirus, o Neumonía de Wuhan, detectado en China.
Es notoria la guerra sucia
que Estados Unidos ejecuta contra China, por considerarla un peligro para la
economía yanqui, de ahí que el presidente Donald Trump, aplique medidas nunca
vistas para ahogar a China y evitar que salga adelante como la mayor potencia
económica mundial.
Los yanquis desesperados
buscan modificar la correlación de fuerzas a escala mundial, por eso empujaron
al Reino Unido a salir de la
Unión Europea y para debilitarla, además de convertir a China
en su nuevo enemigo estratégico en el escenario mundial.
Por eso no es de extrañar
que pudieran estar detrás de la aparición en Wuhan del Coronavirus, obligando a
los chinos a paralizar una de sus regiones con más desarrollo económico y una
población de más de 11 millones, siendo su séptima ciudad más poblada y una de
las nueve ciudades nacionales centrales de China con conexiones hacia todo el
territorio nacional, apodada como “La calle de China”.
A Wuhan se le califica como
el centro político, económico, financiero, comercial, cultural y educativo de
China central, además de ser un centro principal de transporte, con docenas de
ferrocarriles, carreteras y autopistas que cruza esa ciudad, conectándola con
otras ciudades importantes.
Esa ubicación permite la
rápida diseminación de la epidemia en todo el país, algo que obliga a preguntarse
¿será casual que haya surgido allí el virus, o por esas razones fue
seleccionada para introducirlo entre sus habitantes?
Se plantea que el virus es
una mutación, algo que los científicos yanquis trabajan históricamente en sus
laboratorios militares de guerra biológica.
El pánico creado a nivel
mundial obliga a no visitar China, afectándose su industria turística, las inversiones
extranjeras, y los intercambios comerciales, ante la posibilidad del contagio.
Cuba ha sufrido múltiples
ataques biológicos desde hace 60 años, el primero contemplado en la conocida
Operación Mangosta, aprobada en enero 18 de 1962, por el presidente J.F.
Kennedy, que en su tarea número 21 dice textualmente:
“La CIA propondrá un plan el 15 de
febrero, para provocar el fracaso de las cosechas de alimentos en Cuba…” Las
líneas siguientes no fueron desclasificadas.
Junio de 1971, se comprobó
la presencia en la Isla
del virus causante de la
Fiebre Porcina Africana, el que jamás se había reportado en
Cuba. Hubo que sacrificar cientos de miles de puercos para evitar su
diseminación por todo el territorio nacional, con una pérdida económica y
alimenticia de gran envergadura.
En abril de 1981 fueron
detectados en la Habana
varios casos de fiebre hemorrágica, causándole la muerte a 4 niños. Se pudo
comprobar que se trataba de una cepa nueva del virus “Nueva Guinea 1924”, serotipo 02, única en
el mundo en ese entonces, siendo una cepa elaborada en laboratorio.
Agosto de 1981, se detectó
en Sancti Spíritus, provincia central de Cuba, el herpes virus BHV2, endémico
de África y aislado en el laboratorio de enfermedades exóticas en Plum Island,
Estados Unidos. Ese agente viral es el causante de la Seudodermatosis Nodular
Bovina y afectó la producción de leche.
En 1983 Eduardo Arocena,
declaró en el tribunal de New York que lo juzgaba por asesinar a un diplomático
cubano acreditado en la ONU,
que, como agente de la CIA,
cumplió la misión de introducir gérmenes patógenos en Cuba, cuando se
enfrentaba en la Isla
la epidemia del Dengue Hemorrágico.
La lista de acciones
similares es amplia, por eso no es de extrañar que China sea ahora blanco de
ese trabajo sucio, que acostumbran a ejecutar los yanquis, debido a la potencia
económica de ese gigante asiático y en particular Wuhan, territorio de amplias
transformaciones industriales que posee a su vez tres zonas de desarrollo
nacional, cuatro parques de desarrollo científico y tecnológico, más de 350
institutos de investigación, 1,656 empresas de alta tecnología, numerosas
empresas e inversiones de 230 empresas Fortune Global 500.
Allí radica la mega empresa
Dongfeng Motor Corporation, complejo industrial fabricante de automóviles,
unido a decenas de institutos de educación superior, incluida la Universidad de Wuhan,
la que ocupó en 2017 el tercer lugar a nivel nacional, más la Universidad de Ciencia
y Tecnología de Huazhong.
En ese año la UNESCO declaró a Wuhan
“Ciudad Creativa” en el campo del diseño y hoy está clasificada por la Globalization and
World Cities Research Network, como una ciudad beta mundial.
Ya Estados Unidos emitió un
aviso de viaje de nivel 4, posterior a que la Organización Mundial
de la Salud
(OMS) declarara el brote como una emergencia de salud pública de preocupación
internacional, donde exhorta a sus ciudadanos y residentes a no viajar a China.
El Departamento de
Seguridad Nacional informó que hay 11 aeropuertos designados, incluidos el
Aeropuerto Internacional John F. Kennedy, el Aeropuerto Internacional de Los
Ángeles y el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson de Atlanta, por donde
los viajeros procedentes de China pueden ingresar a Estados Unidos.
Por su parte, el
Departamento de Salud declaró que “si los pasajeros son examinados y no
muestran síntomas, serán reubicados en su destino final y se les pedirá que se
pongan en cuarentena dentro de su hogar”.
Para sembrar más terror han
diseminado la noticia de que “el coronavirus puede contagiarse aún sin
síntomas”, según criterios del principal médico de infecciones estadounidense,
y en Hong Kong los trabajadores de la salud se declararon en huelga para exigir
al gobierno que cierre la frontera con China.
(Tomado de Cubasi)
¿Hay o no razones para
sospechar que la mano de Estados Unidos está detrás de la epidemia, con todos
los antecedentes que tiene la CIA
en guerra biológica?
China hace lo posible para
enfrentar la epidemia y construye dos hospitales en tiempo record,
demostrándole al mundo la voluntad de resolver el problema, a la vez que exhibe
su potencialidad económica, algo que enfurece a los yanquis que no serían
capaces de hacer algo semejante.
Algún día se sabrá la
verdad, pero mientras China seguirá su paso firme para salir victoriosa de este
mal, pues como dijo José Martí:
“No puede ser que pasen
inútiles por el mundo la piedad incansable del corazón y la limpieza absoluta
de la voluntad”.
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