Un hecho novedoso radica en que por primera
vez el multimillonario ex Alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, tomará
parte en un debate entre sus aspirantes presidenciales Demócratas.Será este miércoles en una ciudad californiana, Las Vegas.
La Associated France Press (AFP), comentó al respecto, se medirá con sus rivales en la carrera por la nominación presidencial.
Sus rencillas quedaron sintetizadas ayer cuando Bloomberg declaró:
“Lo más grande de Donald Trump es su hipocresía”.
Integrantes de su equipo electoral circularon un comunicado en el que dicen:
“Mike espera unirse a los otros aspirantes demócratas en el escenario y exponer por qué es el mejor candidato para derrotar a Donald Trump y unir al país”.
También escribieron, “La oportunidad de discutir sus planes viables hacer frente a los desafíos que tiene el país es una parte importante de la campaña”.
AFP explicó que Bloomberg, un magnate de los medios, es considerado de centro. Saltó a la palestra electoral un año después que sus partidistas, y comenzó a crecer en los sondeos de opinión pública.
Esto último, gracias a los centenares de millones de dólares de su propio bolsillo.
¿Prueba de hasta dónde le temen sus contrincantes?
El hecho de que sea cada vez más objeto de críticas por parte de sus rivales partidistas, -incluyendo a Bernie Sanders, Pete Buttigieg, y Joe Biden- hasta el presidente Trump, “es una muestra clara de su crecimiento en la campaña”.
Su debate con Sanders, Biden, Elizabeth Warren y Amy Klobuchar, tendrá lugar previo a las asambleas de electores (o caucus) de Nevada.
Bloomberg resolvió no participar en las primeras cuatro etapas de las primarias para concentrarse en el llamado Súper martes del tres de marzo. Entonces habrá distintos hechos electorales en 14 Estados.
Estos incluyen plazas muy fuertes como California y Texas.
El ex Alcalde de Nueva York ya ha gastado 400 millones de dólares en anuncios publicitarios contra Sanders.
Una señal de la división que sigue arrastrando el campo Demócrata.
Otros recientes sucesos también lo adelantan, mientras la tendencia es aplaudida por sus contrincantes.
Precisamente cuando especialistas introducen el matiz de que ahora los políticos tradicionales son menos favorecidos.
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